¿QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DE LAS TOMAS A INSTITUCIONES UNIVERSITARIAS?

Artículo informativo 

"Las tres tomas a instancias universitarias tienen un común denominador, el rechazo a las conductas parasitarias, despóticas y nefastas de las dirigentes y autoridades universitarias, quienes han visto en los cargos la fuente infinita de cuantiosos ingresos económicos, incluso a costa de la educación de la población boliviana y devaluando el trabajo de quienes a través de sus aportes sostienen la Universidad Mayor de San Andrés."

Los constantes actos de corrupción, tráfico de influencia, procesos electorales fraguados y demás irregularidades, han traído consigo una profunda crisis en el sistema universitario en general y en la UMSA en particular, misma que se viene arrastrando desde hace bastante tiempo y que en la actualidad ha desembocado en el descontento, en las críticas y en las protestas de la comunidad universitaria, las cuales no han sido atendidas por las autoridades universitarias de manera estructural e integral.

En fecha 14 de abril de 2021 el candidato Óscar Heredia tras ganar las elecciones de rectorado de la Umsa en segunda vuelta se proclama rector para el periodo 2021-2024. Durante su vigente gestión se han registrado 2 tomas del monoblock central exigiendo en la primera ocasión, una auditoría al proceso electoral de la Federación Universitaria Local (FUL), y en segunda, la renuncia del primer ejecutivo de la FUL, Alvaro Quelali. Asimismo, el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) fue tomado por estudiantes de la UMSA y UPEA pidiendo la destitución y cárcel para el dirigente universitario, Max Mendoza.

PRIMERA TOMA DEL MONOBLOCK - UMSA

En fecha 8 de noviembre del 2021, se llevó a cabo la elección para la Federación Universitaria Local (FUL), en la que el Frente Sinergia Estudiantil (SE), encabezado por Álvaro Quelali resultó ganador. Sin embargo, el frente RUGE denunció al Comité electoral, al frente SE y al personal administrativo, como gestores de fraude resaltando irregularidades, como por ejemplo que en boca de urna RUGE salía como el frente ganador en las 13 facultades y con amplio porcentaje de diferencia, entre otras. Debido a esto, el frente RUGE impugnó el proceso electoral, hecho que no tuvo repercusión alguna, por lo que en fecha 18 de noviembre del 2021 optaron por tomar el Monoblock como medida de protesta. Hecho que desembocó en un escenario de violencia y sirvió para que las autoridades criminalicen las protestas sin un debido análisis.

En ese contexto, se aprobó la Resolución del Honorable Consejo Universitario 667/2021 (HCU), respaldando la decisión del Rector Oscar Heredia de realizar una auditoría especial al proceso electoral en cuestión, pero que, independientemente de los resultados, se valida la acreditación del frente Sinergia Estudiantil y que las conclusiones de la auditoría no representarían indicios de responsabilidad para los miembros del HCU que acreditaron a la Federación Universitaria Local. Cabe recalcar que hasta la fecha no se ha llevado a cabo dicha auditoría.


TOMA DE LA CONFEDERACIÓN UNIVERSITARIA DE BOLIVIA (CUB)

Producto de la acumulación de indignación por lo ocurrido el 9 de mayo del 2022 en la universidad pública Tomás Frías de la ciudad de Potosí, donde durante una asamblea estudiantil murieron al menos 4 estudiantes y 70 resultaron heridos, salió a la luz el nombre del dirigente Max Mendoza, quien habría sido estudiante de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba durante 33 años, desde 1989 hasta la actualidad, reprobando más de 200 materias y sacado cero en más de 100 oportunidades. Pese a este triste historial académico y sin cumplir con los requisitos, fungía como presidente de la Confederación Universitaria de Bolivia (CUB), lo que le permitió ganar un salario mensual de Bs 21.870, acumulando un total de Bs 1.849.770 en los cuatro años que llevo en el cargo, en los que gozó de privilegios como vehículos y el pago de viáticos, acumulando por estos conceptos otra cuantiosa cantidad de dinero.

En razón de lo mencionado anteriormente, en fecha 20 de mayo del presente año, estudiantes universitarios de la UMSA y la UPEA realizan la toma pacífica de las instalaciones del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) pidiendo la destitución y  cárcel para el dirigente Max Mendoza. Como consecuencia de la viralización y consecuente indignación de la sociedad boliviana, el 21 de mayo, en la ciudad de Cochabamba, Max Mendoza fue aprehendido por orden del Ministerio Público denunciado por peculado, uso indebido de influencias, beneficios en el cargo, usurpación de funciones, contratos lesivos al Estado, contribuciones y ventajas ilegítimas del servidor público y uso indebido de bienes y servicios públicos.

Pero, como se verá más adelante, el caso de Mendoza no es un tema aislado y es simplemente la punta del iceberg cuando se trata de los problemas estructurales y de la crisis permanente del sistema universitario.



SEGUNDA TOMA DEL MONOBLOCK – UMSA

En fecha 23 de junio del presente año, 6 estudiantes tomaron el Monoblock de la UMSA, en signo de protesta, exigiendo la renuncia del universitario Álvaro Quelali, ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL).  El señor Quelali, de acuerdo a documentación confirmada por la universidad, es estudiante desde hace 20 años y la mayor parte de este tiempo, ha ocupado cargos dirigenciales estudiantiles, sin embargo, el acceso a dichos cargos ha estado constantemente cuestionado por los estudiantes. Cabe señalar que el dirigente estaría ejerciendo su tercera gestión en la FUL y no sería la primera vez que es acusado de fraude.

Durante sus 3 gestiones se destinaron grandes cantidades de dinero a la FUL, por ejemplo, Bs 200.000 para la implementación de un proyecto de bioseguridad; Bs 390.000 para el viaje a un congreso en Cuba de una delegación de estudiante; o Bs. 50.000 para un acto de premiación a los mejores estudiantes en el 2021. Sin embargo, existe un gran descontento de la población estudiantil, pues dichas asignaciones de dinero pocas veces han sido traducidas en proyectos visibles en favor de la comunidad estudiantil, de igual manera, se suele desconocer la ejecución del dinero asignado debido a la carencia de transparencia y a la nula rendición de cuentas pública.

En consecuencia, los estudiantes tomaron el Monoblock, exigiendo la renuncia de Álvaro Quelali. A lo que el Rector Óscar Heredia respondió de manera ambigua, diciendo que se garantiza una auditoría interna en contra de Quelali si se presentan pruebas físicas a las entidades pertinentes. Hecho que extraña puesto que ya existe una resolución que autoriza la realización de una auditoría. Por el otro lado, la FUL emitió un pronunciamiento rechazando esta protesta y categorizándola como “vandálica y criminal”. Nuevamente se ve cómo se criminaliza un acto de protesta, acción que va en contra de la democracia universitaria. 

Posiblemente y debido a la indignación de la sociedad, el honorable consejo universitario, aprobó la Resolución No 254/2022, en la que se dispone realizar una Auditoría externa que sea vinculante, asimismo, garantizar a los estudiantes que tomaron el monoblock de la UMSA, que no serán objeto de procesos universitarios.

Como se pudo evidenciar, las tres tomas a instancias universitarias tienen un común denominador, el rechazo a las conductas parasitarias, despóticas y nefastas de las dirigentes y autoridades universitarias, quienes han visto en los cargos la fuente infinita de cuantiosos ingresos económicos, incluso a costa de la educación de la población boliviana y devaluando el trabajo de quienes a través de sus aportes sostienen la Universidad Mayor de San Andrés. Por otra parte, se ha observado la complicidad y el pacto de silencio entre aquellos detentadores de poder, quienes, a pesar de proclamarse como defensores de la democracia, de los derechos universitarios, de la libertad y de la educación, demuestran un actuar indiferente frente a las necesidades y exigencias de la comunidad estudiantil para reestructurar el sistema universitario en Bolivia.

 

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