Autonomía Universitaria ¿nos perdimos?

ILLAPA

"De esta forma, en lo posterior la universidad mantuvo la resistencia contra el abuso de poder como característica. El poder, sobre todo político, en diferentes épocas y con diferentes actores, siempre buscó en la educación un medio de imposición y quizás de adoctrinamiento, por ello la enseñanza universitaria por siglos estuvo directamente dirigida por el rey, emperador o presidente de turno."



La Autonomía Universitaria es el pilar fundamental sobre el cual se estructura el Sistema de la Universidad  Boliviana, la historia de su conquista y los ataques que recibió de parte de diferentes gobiernos en distintos momentos de nuestra historia hacen de su defensa un tema central, generando incluso sanciones para aquellos “anti-autonomistas” que pudiesen intentar atacarla. El presente trabajo busca plasmar un conjunto de ideas sobre la Autonomía Universitaria, no tiene la finalidad de enjuiciar el término ni de atacar al sistema que fundamenta, tampoco tiene la intención de ser un trabajo perfecto e incuestionable sobre el tema. Sin embargo, siendo la Autonomía Universitaria tan importante ayer, hoy y seguramente en el futuro es bueno reflexionar sobre ella para comprender de donde viene y quizás, con un poco de suerte, conocer su estado actual.

Primero, un poco de historia

Comenzamos precisando que, al igual que otros términos, la Autonomía Universitaria no es invento de una persona, no responde a una situación única. Se construye la idea y su contenido dentro de un determinado contexto, por lo que para entender más sobre su esencia conviene presentar algunas posturas sobre su origen.

  1. ¿Producto latinoamericano o historia de siglos?

Existe un criterio mayoritario, que afirma que la Autonomía Universitaria se generó con las luchas estudiantiles de la Universidad de Córdoba (Argentina) en 1918, esta es la postura que generalmente se entiende como oficial e incluso se menciona así en las aulas universitarias. Sin perjuicio de ello Armando Pavón Romero y Clara Inés Ramirez1 se separan de esta idea mayoritaria y proponen una idea diferente, de acuerdo a ellos: “(…) un rápido acercamiento a la historia de las universidades en su conjunto nos muestra que la autonomía es un elemento que se encuentra en la fibra propia de la institución universitaria y ha estado presente a través de sus nueve siglos de historia, desde los orígenes medievales, hasta la actualidad.” De acuerdo al análisis de Pavón y Ramírez los antecedentes más remotos del tema en cuestión se encuentran en las universidades de Bolonia y París, basándome en el trabajo mencionado se resume:

  • Allá por el año 1050 de nuestra era, se formó un grupo importante de juristas en la región italiana de Bolonia, esto atrajo a muchos estudiantes europeos a la ciudad quienes buscaban aprender de estos profesores. Sin embargo, los estudiantes europeos tenían una dificultad, por aquel entonces en la Comuna de Bolonia existían normativas que limitaban los derechos de los extranjeros, así se tenía mayor preferencia para los boloñeses, esto se reflejaba en montos de alquiler más altos y otras cargas que les hacían casi imposible residir por mucho tiempo en aquella Comuna, incluso se les confiscaban bienes para pagar deudas de sus compatriotas.

Ante esta situación a los estudiantes se les ocurrió una solución “el único recurso era ponerse de acuerdo y mudarse en bloque de la ciudad; procuraban, también, llevarse consigo a los profesores, a quienes pagaban por sus enseñanzas. Esta fue la primera forma de las huelgas estudiantiles.” Con esta decisión ponían en riesgo los ingresos de la Comuna, puesto que los estudiantes significaban buena parte de sus ganancias. Ante esto, las autoridades boloñesas acordaron un pago a los profesores que asegurara su permanencia en la región. Los estudiantes para obtener mejores condiciones acudieron al emperador Federico Barbarroja quien determinó bajo las normas imperiales otorgar protección a los estudiantes, de esta manera según los citados autores “El gremio de estudiantes logró una cierta autonomía frente a la Comuna y a los habitantes de la ciudad, gracias a su asociación y a la protección del emperador. La búsqueda de autonomía y protección está así ligada al origen de la universidad de Bolonia.”

  • En el caso de Bolonia existía un abuso de poder por parte del gobierno de la Comuna en contra de los estudiantes extranjeros. En la situación de París, por los mismos años, encontramos nuevamente una situación de abuso de poder, esta vez como protagonista –cuando no- la Iglesia feudal. En esta época existían profesores particulares de filosofía, quienes habidos en su trabajo enseñaban bien a los jóvenes, esto permitía a los estudiantes incorporarse después a la carrera eclesiástica, posteriormente el Obispado intervino en estas relaciones particulares mediante el maestrescuela2, quien evaluó a los profesores y otorgó una licentia docendi, por ello “Esta licencia garantizaba a los escolares que su profesor podía formarlos adecuadamente para iniciar o proseguir una carrera clerical. Acudir a un profesor con licencia era asegurarse un futuro después de los estudios.” Lo que generó que el maestrescuela abusara de este poder de certificación, por ello los profesores formaron una asociación que admitía a aquellos que consideraban colegas aunque no tuvieran la licentia docendi, acudieron también al Papa para obtener apoyo, quien además pidió moderación al maestrescuela parisino “(…) también con la búsqueda de la autonomía como una de sus premisas. El gremio o universidad de maestros logró cierta autonomía en el ejercicio de su enseñanza, gracias a su capacidad de organización y al apoyo del papado.”

De esta forma, en lo posterior la universidad mantuvo la resistencia contra el abuso de poder como característica. El poder, sobre todo político, en diferentes épocas y con diferentes actores, siempre buscó en la educación un medio de imposición y quizás de adoctrinamiento, por ello la enseñanza universitaria por siglos estuvo directamente dirigida por el rey, emperador o presidente de turno. Como centro de  análisis y reflexión la universidad tiene un papel fundamental para crear y proponer pero también para cuestionar, debido a esto los detentores del poder definían con detalle quienes dirigían las universidades, así se aseguraban el control sobre quienes enseñaban y los contenidos en contrapartida los pensadores y revolucionarios buscaban medios de dar cierta libertad (que podría ser entendida como autonomía) a las universidades.

Estos ejemplos son muestra de la necesidad de instituciones universitarias independientes, desde los inicios se buscaron formas para que la toma de decisiones sean propias y no sometidas a demasiados poderes externos. Sin embargo, es complicado afirmar que estos ejemplos signifiquen autonomía como tal o que representen expresiones autonomistas o de luchas por la obtención de autonomía, en mi apreciación podrían ser considerados como inspiraciones o fuentes lejanas, pero no autonomía como tal.

  1. Fue en Córdoba

El contexto: para 1918, el mundo se encontraba aun viviendo los espantos de la Primera Guerra Mundial en paralelo iniciaba una pandemia, gripe española fue bautizada. Argentina se encontraba gobernada por Hipólito Yrigoyen, iniciando con las llamadas presidencias radicales, fue electo en el marco de una nueva ley electoral que ampliaba la participación a sectores antes excluidos aunque las mujeres -por ejemplo- no podían votar; en lo económico, el crecimiento seguía su camino, recordando que la mejor época argentina fue a finales del siglo XIX y principios del XX; en lo educativo, el año 1885 había entrado en vigencia la Ley Avellaneda N°1597, “fue la primera ley universitaria de la Nación que estableció los lineamientos para el régimen administrativo y la estructura jurídica de las Universidades Nacionales (por ese entonces, sólo dos: la de Córdoba desde 1856 y la de Buenos Aires desde 1881). En ella se veía la forma de nombramiento de los profesores y la de las autoridades académicas.”3

En la Universidad Nacional de Córdoba, existían con anterioridad a 1918 varios descontentos que habían generado huelgas y paros de estudiantes de diferentes facultades, incluso el gobierno de Yrigoyen había designado un interventor para la Universidad. A estos elementos internos se debe sumar lo que Renate Marsiske Schulte4 señala: “Grupos nuevos en la sociedad latinoamericana, anticlericales y nacionalistas, trataron de romper con el poder de las oligarquías buscando una modernización de la sociedad. La presencia todavía limitada del imperialismo estadounidense en la mayoría de los países del área parecía permitir un nuevo despertar del nacionalismo latinoamericano”, es importante subrayar lo señalado por Marsiske puesto que, además de la influencia del primer conflicto bélico mundial, un hecho trascendental que había marcado a los jóvenes latinoamericanos era la Revolución Rusa, su influencia fue notoria en diversos movimientos de la época. Adicionalmente, el movimiento universitario de Córdoba tiene un tinte “anti oligárquico”, los propios escritos de la época -entre ellos el Manifiesto Liminar- hacen referencia a este punto. Por ello corresponde preguntar: ¿existían oligarquías en la universidad?

A manera de respuesta, es bueno señalar que las universidades latinoamericanas eran producto de un sistema colonial, en efecto los primeros centros de enseñanza superior -como San Francisco Xavier en Chuquisaca- fueron establecidos por órdenes religiosas que estaban definidos en conjunto a los encargados reales, por ello no es coincidencia el reconocimiento de Real y Pontificia. Esta influencia no fue limitada ni mucho menos eliminada con el advenimiento de las nuevas repúblicas latinoamericanas, así por ejemplo, la Universidad Mayor de San Andrés, fundada en la presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz, tuvo como primer cancelario (ahora sería Rector) a Fray José Manuel Gregorio Indaburo.5 

Aquello no era diferente en Argentina, no obstante que existían diferencias propias de la normativa que se aplicaba en aquel momento (Ley Avellaneda), la forma de enseñanza, la forma en que se manejaban las universidades y la manera en que asumían las decisiones eran al igual que acá muy cerradas y verticales6, aumentado a ello que el presidente podría ordenar la intervención de las autoridades. Por lo que al final, quienes tomaban las decisiones trascendentales para el funcionamiento de las universidades eran un grupo reducido de personas, algunas dentro y otras fuera,  sin considerar en muchas ocasiones la opinión mayoritaria.

En consecuencia, existían un conjunto de demandas que llevaron a la formación de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la declaratoria de huelga que obtuvo el apoyo total de la base estudiantil. Así se emite el llamado Manifiesto Liminar, el alcance de este movimiento muestra desde sus inicios la intención de no ser un movimiento local, clara prueba de ello es que el encabezado del Manifiesto señala: “La juventud argentina de Córdoba a los hombre libres de Sud América”. Marsiske señala lo indicado de la siguiente forma: “La dimensión latinoamericana del programa reformista, así como las acciones concretas de los líderes estudiantiles, implicaron una coherencia antes no conocida. Los líderes estudiantiles no pensaron en categorías de estados nacionales, sino consideraron a las universidades como pilares de una nueva latinoamericanidad”.

Este movimiento culminó alcanzando su objetivo e inspiró a los estudiantes universitarios de diferentes regiones y países para ir en búsqueda de la misma aspiración, por ello de manera mayoritaria cuando se hace referencia a la Autonomía Universitaria se la presenta como producto latinoamericano. 

De esta forma se puede afirmar que la Autonomía Universitaria tiene remotos antecedentes (Bolonia y París) que buscaban otorgar mayor libertad a las Universidades frente a los abusos del poder y a los intentos de imposiciones. Sin embargo donde realmente se cimentaron las bases y el contenido de la Autonomía Universitaria fue en Córdoba en 1918, así en posteriores trabajos se buscará analizar la extensión y el contenido de la Autonomía Universitaria así como su historia en Bolivia y se intentará plantear algunas reflexiones sobre su actualidad.


Nota. - Por la importancia del tema y debido a sus diferentes matices y contenidos, el presente trabajo se dividirá en partes, la bibliografía utilizada será mencionada en la última parte del trabajo.


1. Ambos Doctores en Historia; investigador titular del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el trabajo al que se hace referencia titula “La autonomía universitaria, una historia de siglos” publicado en el 2010.

2.  Canónigo de algunas catedrales que se encargaban antiguamente de enseñar las ciencias eclesiásticas.

3. Campohermoso-Rodriguez. Et al. “A más de cien años de la autonomía universitaria en Latinoamérica”

4. Investigadora, en su obra “Historia de la Autonomía Universitaria en América Latina”

5. Nótese que el prefijo Fray hace referencia a religiosos de ciertas órdenes.


6.  Con ello se hace referencia a dos elementos centrales: i)  cerradas puesto que el Rector, para tomar una decisión solo consultaba con un Consejo que al igual que su cargo contaba con la aprobación del Ejecutivo central, y; ii) verticales porque no existía la posibilidad de que las decisiones asumidas sean objetadas por estudiantes, docentes o cualquier organización interna que fuera ajena a las definidas por Ley.



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